domingo, 3 de junio de 2012

LAS PRESIONES EN PETROECUADOR GENERAN MALESTAR EN LA MARINA

El comandante de la Marina, Livio Espinosa, se retiró a su casa en Quito. En su hogar permanecerá dos días hasta que pase el nuevo remezón que afecta a la Armada. El lunes pasado, Espinosa presentó su disponibilidad ante el presidente Rafael Correa, luego de estar 10 meses al frente de la institución armada. Esto fue confirmado por el jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, el general Fabián Varela. Sin embargo, Correa todavía no ha decidido si acepta la disponibilidad. Según supo este Diario, el Primer Mandatario le pidió a Espinosa un tiempo para pensar en el tema y a su regreso de Venezuela dará su pronunciamiento. La intervención política dentro de la Marina aparentemente causa la segunda tormenta en este año. En enero, el entonces jefe de la Fuerza, Homero Arellano, y el jefe de Estado Mayor, Luis Yépez, dejaron sus cargos porque el Gobierno pasó por alto su autoridad. El problema se produjo luego de que el Presidente ascendió a Johnny Estupiñán al grado de vicealmirante.Esto pese a que el Consejo de Generales de las Fuerzas Armadas determinó que el oficial no tenía méritos suficientes para ser promovido. La historia se repite con Espinosa. Este Diario conoció que la causa de su salida es la llegada de un funcionario de Petroproducción, quien fue removido de esa empresa por supuestas anomalías, pero que por las presiones políticas del Gobierno se trata de reintegrarlo a su cargo. El Comercio, 26 nov. 2008, p. 12

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