lunes, 11 de junio de 2012

TRES PROBLEMAS, UNA SOLUCIÓN / Acosta, Bernardo

Estamos en una recesión, es decir, el ingreso de la sociedad está cayendo. Sin embargo, el salario de cada ciudadano por separado no puede reducirse por Ley. Esta incoherencia entre la contracción del ingreso colectivo y la incapacidad de ajustar el ingreso individual agrava el desempleo, el desequilibrio comercial y la presión para desdolarizar. Ninguno de estos factores estaría afectado si la legislación permitiese un leve y temporal reajuste salarial. La flexibilidad salarial mitigaría el desempleo, el desequilibrio comercial y la presión para desdolarizar. No hay razón política para eludir tal reforma. ¿Qué más socialista que todos ganemos un poco menos para estimular la producción colectiva e impedir que los más vulnerables queden desocupados? El Comercio, 19 mar. 2009, p. 11

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