lunes, 15 de febrero de 2016

¡Pateando la lata!

Expreso: No obstante sonar un poco grosera la expresión, la imagen del acto de "patear la lata" es muy sugestiva. Presenta al protagonista, quien al no entender lo que pasa, pretende posponer la solución de su problema, lanzándolo para adelante. Es la imagen de lo que ocurre en el manejo fiscal y macroeconómico del país en los tiempos actuales. Luego de haber captado $10.000 millones del seguro social (que, entre otros, ha creado el creciente déficit en la provisión de los servicios de salud), el Gobierno se apresta a hacer uso de los recursos de los depositantes de la banca. Los depósitos, denominados de encaje, son valores consignados por ley, a manera de resguardo para cualquier brecha de liquidez que se pudiera experimentar, y para el control de la expansión monetaria. El BCE es el custodio de los dineros, lo que no quiere decir, sin violar el sentido común y los fundamentos técnicos, que tales valores puedan ser dispuestos libremente (alegremente es una mejor expresión) en la adquisición de valores del Estado que no reúnen las calificaciones de liquidez y confiabilidad requerida para el resguardo apropiado de los dineros ajenos. Más aún, si como se sospecha, dichos recursos van a ser utilizados para pagar los bonos que se vencen el día de hoy, o para pagar emolumentos navideños a los burócratas. ¡Dicha acción equivale a pagar una deuda con dinero del acreedor! Patear la lata es regresar satisfecho del otro lado del mundo con la promesa de recursos que servirán para seguir pagando el gasto corriente de consumo, de un presupuesto que sigue manteniendo, sin trucos de por medio, un déficit de $10.000 millones. Expreso, Año 43 N° 15503 14 dic. 2015, p. 8

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