domingo, 24 de marzo de 2013

FALTA DE CONTROL A EMPRESAS CHINAS DEJA DUDAS SOBRE LA POLITICA LABORAL

"No permitiremos la explotación laboral a cambio de inversión extranjera y transferencia de tecnología como pasó con los tigres asiáticos". Palabras determinantes del presidente Rafael Correa, ante 500 empresarios en el Swissotel de Quito el pasado 28 de agosto en la última cita con el sector productivo. Sin embargo, esas declaraciones no han tenido un efecto directo, ni cumplimiento estricto en los proyectos hidroeléctricos que levantan las empresas chinas, según los propios trabajadores y ex empleados. Sobre el proyecto Coca-Codo Sinclair -futura central de mayor potencia en el país construida por Sinohydro de China-, este Diario dio a conocer decenas de denuncias de trabajadores sobre malos tratos, condiciones de insalubridad en los campamentos, alimentación y alojamiento deficientes y falta de atención médica. Los trabajadores también denunciaron la falta de pago de horas extras y 40 despidos intempestivos. Similares denuncias se dieron en el proyecto Toachi-Pilatón. Este Diario remitió un cuestionario de seis preguntas al Ministerio de Electricidad respecto la incoherencia entre el discurso laboral oficial y estas denuncias. En respuesta, la entidad remitió un comunicado con el membrete de la Corporación Eléctrica del Ecuador (contraparte nacional en ambos contratos). Ahí detalló que las compañías contratistas de los proyectos, sin importar su país de origen, están obligadas a "cumplir con las estipulaciones de los contratos y las leyes vigentes (...) en materia laboral, de seguridad industrial y salud ocupacional". El Comercio, 19 septiembre 2012, p.

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