domingo, 10 de marzo de 2013

JUGADORES DE CASINO SE MUDARON A LA INTERNET

El cierre de los casinos en Ecuador impulsa a los amantes del juego a buscar nuevas formas de apuesta. Esta vez no hacen falta salas, basta con los sitios webs. Hasta el 16 de marzo de este año, Pokerstars.com, la página de póquer en línea más grande del mundo, registraba 8.806 cuentas ecuatorianas. Pero en los tres días siguientes (tras la clausura de las salas de juego) 735 perfiles más se abrieron en territorio nacional. La situación parece profética. Los pensadores liberales del siglo pasado lo decretaron firmemente: prohibir una actividad solo conduce a la ilegalidad u otras vías. Las salas de juego digitales podrían representar un problema mucho mayor que las recientemente vetadas. En el primer caso, es fácil descargar una aplicación para la PC, laptop, tableta o teléfono inteligente; es decir, se puede jugar en cualquier lugar y momento del día. Además, las apuestas no se limitan al dinero en efectivo que los clientes lleven consigo, sino al cupo de una o varias tarjetas de crédito que, por norma general, superan el sueldo real del usuario, gracias a su capacidad de endeudamiento. No hay que olvidar que estas webs no ofrecen garantía alguna para evitar que los adolescentes como "Jorge" ingresen a jugar utilizando la tarjeta de terceros. Y que estas empresas radican jurídicamente en el extranjero, al margen del brazo de la ley ecuatoriana y por ende las ganancias tampoco circulan en el interior del país. Para el sociólogo Humberto Martillo, esta es una alternativa para los adeptos al juego, por lo menos hasta que "las casas de apuestas ilegales se organicen". Expreso, 23 mar. 2012, p. 7

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