CAMBIO RADICAL EN EL SECTOR LABORAL

El futuro del país en materia laboral -tras la aprobación de los mandatos y artículos constitucionales por parte de la Asamblea- es de incertidumbre. Mientras empresarios, trabajadores y Gobierno tienen distintos vaticinios sobre el empleo, las reformas relativas a la garantía del trabajo de los informales auguran el desarrollo mayor de una economía subterránea (informal). Lo último es lo que más preocupa al sector del comercio formal, pues implica que pueden salir a la calle a trabajar como informales unas 2,3 millones de personas,que forman parte del 52,27 por ciento de los subocupados de la población económicamente activa (PEA) del área urbana. Al menos así lo entienden voceros de la Cámara de Comercio de Guayaquil, que aún analizan los alcances de las decisiones. El experto en temas laborales Sebastián Illes Delfino señala que aún hay incertidumbre en las empresas sobre la aplicación de la eliminación de la tercerización, intermediación y trabajo por horas, y que las compañías ajustarán sus procesos en al menos dos o tres meses, "pero no será para contratar más personal, sino para despedir y quedarse con lo necesario, pues se requerirán reajustes". Pero no se refiere solo a la eliminación de esas formas de trabajo, sino al ajuste de salarios que plantea el Gobierno hasta llegar a lo que cuesta la canasta básica. Eso implica subir de 200 dólares, que es el salario básico unificado, a 495,82 que cuesta la canasta básica, según las cifras de abril del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC). "El ajuste es alto y peligroso, más aún cuando los costos de producción han subido por el aumento del precio de las materias primas". Expreso, 15 mayo 2008, p.2