viernes, 20 de abril de 2012

MANDATO LABORAL / Pozo, Mauricio

Nuevamente se hace necesario poner sobre la mesa algunos elementos del mandato que a la fecha de escribir este artículo discutía la Asamblea Constituyente a pesar de haberse abordado este tema semanas atrás. El proyecto al que se tuvo acceso continuaba con la meta de eliminar la tercerización y la intermediación laboral así como el trabajo por horas, intenciones que bajo el propósito de ayudar al trabajador terminarán perjudicándolo, aunque la mayor rudeza del impacto actuará más significativamente sobre el desempleado. Es un objetivo contracorriente que busca legislar para las excepciones, persiguiendo a los empleadores abusivos, pero lamentablemente afectando al mismo tiempo a los empresarios correctos y justos e incidiendo con ello en el nivel global de empleo de la economía. Mientras el mundo busca formas que respeten la libre decisión de contratar y elegir empleo, el mandato busca imponer restricciones a la libre decisión de contratar ejerciendo para ello un claro sesgo entre el trabajador que cuenta con un puesto de trabajo y aquel que no consigue empleo. Más rigidez laboral puede producir al menos dos consecuencias: los malos empleadores, con más inflexibilidad laboral, encontrarán nuevas formas de actuar al margen de la ley y endurecerán las relaciones con los trabajadores y, segundo, el empresariado lejos de captar más trabajadores contratará menos mano de obra. Es más, se producirá un alto incentivo a salir de empleados al menor costo posible. Hoy, 28 Abr. 2008, p. A. 4

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