miércoles, 18 de abril de 2012

RENUNCIAS ESCANDALOSAS / Terán, Manuel

La opinión pública acaba de conmoverse al conocer que, en la estatal petrolera, un reducido grupo de personas que se han acogido a la renuncia voluntaria recibirán un monto que se acerca a los US$ 30 millones, algunos de los beneficiarios obtendrían valores que se aproximan al medio millón de dólares.Simplemente por el hecho de pertenecer a una empresa en la que nadie se preocupó de poner un alto a los excesos, la liquidación de un trabajador que se retira sería el equivalente al sueldo de un profesional durante cerca de 40 años en otra dependencia estatal, toda una vida de trabajo.Interesante forma de entender la equidad de las organizaciones laborales que negociaron esta clase de canonjías, principalmente si se tiene en cuenta que el dinero que reciben no es de propiedad de particulares sino,en teoría, de todos los ciudadanos ecuatorianos. Hasta donde se conoce,las actuales autoridades no están usando las normas contenidas en el propio Código Laboral para tanto abuso. Los gerentes y administradores de las empresas públicas, al renegociar sus contratos colectivos deberían acudir a las instancias arbitrales para impedir que se sigan manteniendo esta serie de prebendas, de esa manera podrían poner en práctica lo que hasta ahora consta solo en "mandatos" de dudosa legitimidad jurídica, para cerrar definitivamente el paso a tanta pretensión desmedida. El Comercio, 5 mar. 2008, p. 4

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