sábado, 16 de junio de 2012

¿QUE SUCEDERÁ AHORA? / La Hora

Por fin Carlos Bravo renunció, antes de que fuera removido de la Agencia de Garantía de Depósitos (AGD), aduciendo "discrepancias" con los miembros de la Comisión de Supervigilancia de las empresas incautadas hace un año. También dijo adiós al régimen Alfredo Vera Arrata, el viejo político, para dedicarse a la Capilla del Hombre que su suegro, el pintor Oswaldo Guayasamín, supuestamente legara al Ecuador. Tal vez influyó en su decisión el manejo de la palabra "nulidad" al referirse a los contratos de Fabricio Correa con el Estado, en lugar de la fórmula de cancelación unilateral propuesta por el presidente Correa. Sin dudas, un desliz imperdonable en un político tan experimentado como Vera. Bravo, otrora radical e impetuoso ariete de Correa, dijo que en la Comisión "no se compadecen con mis principios ni con los postulados del Gobierno de la revolución ciudadana a la que serví". Diez años después del feriado bancario, sus secuelas siguen clavadas como espinas en el corazón mismo del Estado ecuatoriano. Basta con sólo hacer un recuento de los funcionarios que han pasado por la tristemente célebre AGD. Todos han cargado sobre sí cuestionamientos y hasta juicios, algunos se tuvieron que marchar del país. ¿Qué sucederá ahora? La Hora, 13 jul. 2009, p. A. 6

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